Como todos los años, la Gobernación del Estado Ciudad del Vaticano ha dado a conocer de dónde provienen el abeto y los nacimientos que este año vestirán de Navidad tanto la Plaza de San Pedro como el Aula Pablo VI, así como quién ha preparado los adornos para el árbol.
La decoración de la Plaza de San Pedro tendrá de nuevo sello italiano.
El árbol que se ha seleccionado procede de la ciudad de Val d’Ultimo, en Ultental, uno de los valles más pintorescos y menos conocidos del Tirol del Sur en la región del Alto Adige. Se trata de un imponente abeto rojo de 25 metros. Junto a este llegarán otros 40 árboles de menor tamaño, destinados a oficinas y edificios vaticanos.
En una iniciativa novedosa para garantizar la sostenibilidad ambiental y el respeto por la creación, tras la Navidad el abeto principal será destinado a la elaboración de aceites esenciales —que correrán cargo de la empresa austriaca Wilder Naturprodukte— y el resto de la madera se donará a una asociación benéfica.
El nacimiento será también monumental. Mide 17 metros de largo por 12 de ancho, con una altura de 7,7 metros. Proviene de la Diócesis de Nocera Inferiore-Sarno, una de las más antiguas de Italia: sus orígenes se remontan al siglo III, cuando Nuceria Alfaterna —la antigua ciudad romana en el valle del Sarno— ya contaba con una comunidad cristiana organizada.
La escena recrea elementos emblemáticos del arte paleocristiano de esta zona de Italia. El pesebre incluye una reproducción del baptisterio de Santa Maria Maggiore del siglo VI, uno de los mejor conservados del país. Tiene una piscina bautismal octogonal y frescos que revelan influencias bizantinas.