Un profundo respeto, expresado en el solemne silencio del Papa León XIV durante la visita que realizó este sábado por la mañana a la histórica Mezquita Azul, fue el protagonista del tercer día de su viaje a Turquía.
A diferencia de sus predecesores, el Pontífice agradeció la acogida pero declinó amablemente realizar un momento de oración en el lugar.
Más tarde, mantuvo un encuentro con los representantes de las comunidades cristianas presentes en Turquía en la iglesia ortodoxa siríaca Mor Ephrem, la primera y única iglesia construida en Turquía en los últimos 100 años.
Durante esta visita, el Papa León XIV dejó un mensaje en el Libro de Honor, subrayando el significado histórico del 1700º aniversario del Concilio de Nicea, un tema al que volvió a poner énfasis durante el encuentro posterior con líderes de distintas confesiones cristianas.
Posteriormente, en la iglesia patriarcal de San Jorge, el Papa participó en una doxología junto al Patriarca Ecuménico Bartolomé I, una expresión de alabanza que ha acompañado a la Iglesia a lo largo de los siglos, en la que rezaron por la unidad de todos los cristianos.
Más tarde, ambos se trasladaron a la sede del Patriarcado ecumenico para firmar una declaración conjunta titulada ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!, en la que agradecen el “don de este encuentro fraternal” y expresan su anhelo de “restauración de la plena comunión entre nuestras Iglesias hermanas”.