La Conferencia Católica de Obispos de Texas expresó esta semana su solidaridad con los inmigrantes del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) en Texas, ante la inminente implementación de una orden judicial federal que afectará su estatus legal.
En una declaración emitida el 4 de noviembre, los obispos de Texas calificaron la inminente implementación del fallo judicial en el caso Texas vs. Estados Unidos como “sin precedentes y perturbadora”. Indicaron que la implementación de la sentencia afectará a “personas respetuosas de la ley”, muchas de las cuales son “algunas de las personas más íntegras” de “nuestras comunidades”.
En el caso Texas vs. Estados Unidos, Texas demandó al gobierno federal, alegando que el programa DACA fue creado ilegalmente sin autoridad estatutaria, ya que se creó mediante una orden ejecutiva en lugar de una ley aprobada por el Congreso.
En enero, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito confirmó en gran medida la declaración del tribunal de distrito de Estados Unidos que declara ilegal el programa DACA, pero restringió su alcance a Texas, separando la protección contra la deportación de la autorización de trabajo.
Esto significa, en teoría, que la principal protección contra la deportación que ofrece el DACA podría seguir estando disponible en todo el país para los beneficiarios actuales y los nuevos solicitantes, y que los permisos de trabajo podrían mantenerse para la mayoría, excepto en Texas.
El 29 de septiembre, el Departamento de Justicia de Estados Unidos propuso cómo debería implementarse la orden del tribunal de apelaciones. Según la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU. (USCCB por sus siglas en inglés), se espera que la orden del tribunal de distrito se implemente después del 24 de noviembre.