Este viernes fueron colocadas en la Basílica de San Pedro las imágenes de los 7 futuros santos que serán canonizados por el Papa León XIV el domingo 19 de octubre. Entre ellos, se encuentran los tapices de José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles, que se convertirán en los primeros santos venezolanos.
En el caso de Hernández, laico al que se le reconoce ser una figura clave en el movimiento modernizador de la medicina venezolana, se usó una fotografía que data de 1917, cuando se encontraba en la ciudad de Nueva York para complementar sus estudios de embriología e histología.
Se trata de un retrato de cuerpo completo, sencillo y sobrio, en el que se le aprecia vestido con su característicos traje y sombrero negros y que, con el pasar del tiempo, se convertiría en un icono de la devoción que el pueblo venezolano manifestó siempre por “el médico de los pobres” desde su trágico fallecimiento el 29 de junio de 1919, tras ser arrollado por uno de los seiscientos vehículos que circulaban en Caracas para la época.
Como resultado de aquella sesión fotográfica, Hernández enviaría a Venezuela tres copias de su retrato: una a su amigo Santos Dominici, médico, escritor y diplomático venezolano; una a su amiga Carmelina López de Ceballos, y la tercera a su hermano, César Benigno.
Cada una de las copias fue acompañada por una carta, conservadas hoy en los archivos históricos de la Iglesia venezolana, gracias al esfuerzo de sus biógrafos y familiares, y en donde explica la razón de tomarse la fotografía estando de pie: “Yo no salgo bien sentado, será porque siempre estoy caminando”.