La devoción al Señor de los Milagros, el “Cristo moreno” que congrega millones en las calles de Lima (Perú) durante octubre, ha llegado hace 23 años a México de la mano de los inmigrantes peruanos establecidos en el país, y es una fuente de hermandad entre ambas naciones tanto en lo religioso como en lo cultural.
La imagen original del Señor de los Milagros fue pintada alrededor de 1651 por un esclavo angoleño en una pared de la zona conocida como Pachacamilla, en lo que entonces eran las periferias de Lima. La imagen resistió intacta devastadores sismos, motivando la devoción popular. Resistió también el terremoto del 28 de octubre de 1746, el mayor que ha sacudido la capital, motivando que ese día se establezca la fecha central de las celebraciones en su honor.
El mes de octubre, los devotos del también conocido como “Señor de los Temblores” usan el tradicional hábito morado, y es un mes dedicado especialmente en la Iglesia Católica en el Perú a la penitencia, en lo que se conoce como la “cuaresma peruana”.
Con la migración de peruanos a diversos países, la devoción del Señor de los Milagros se ha extendido por todo el mundo.
En Ciudad de México, las actividades por el Señor de los Milagros comenzaron el 27 de septiembre, con el traslado del anda del Cristo moreno desde la Capilla de las Ánimas al Altar del Perdón, casi a la entrada de la Catedral Metropolitana de México. Ahí permanecerá hasta el 18 de octubre, en el que la imagen será trasladada al Altar Mayor.
Ese 18 de octubre, sobre el mediodía, se tiene programada la celebración de una Misa en el Altar Mayor. Y la Misa principal tendrá lugar al día siguiente, 19 de octubre, y será celebrada por el rector y deán de la Catedral Metropolitana de México, Mons. José Antonio Carballo García.