El primer gesto de gobierno del Papa León XIV resulta algo sorprendente. Sin embargo, también podría señalar un paso adelante para la sinodalidad en general, y para el Camino Sinodal alemán en particular.
El arzobispo Filippo Iannone, elegido por León para sucederle como prefecto del Dicasterio para los Obispos, formó parte del equipo que —junto con los cardenales Pietro Parolin, Kurt Koch y Robert Prevost (ahora Papa León XIV)— mantuvo encuentros con los obispos alemanes en el Vaticano sobre el Camino Sinodal en Alemania.
Antes de entrar en antecedentes, conviene perfilar al arzobispo Iannone. Jurista de renombre, metódico y coherente en su pensamiento, se desempeñó más recientemente como prefecto del Dicasterio para los Textos Legislativos. Carmelita desde 1982, Iannone fue nombrado Obispo Auxiliar de Nápoles en 2001, sirviendo junto al Cardenal Michele Giordano, entonces Arzobispo de Nápoles. En aquel momento, era el obispo más joven de Italia. Posteriormente fue nombrado vicegerente (vicario general adjunto) de la Diócesis de Roma por el Cardenal Agostino Vallini, vicario general, quien también había servido en Nápoles.
Mientras el Cardenal Vallini trabajó como auxiliar y vicario general del Cardenal Giordano en Nápoles de 1989 a 1999, organizando también la visita de San Juan Pablo II a la ciudad, Iannone ocupó cargos clave en la diócesis: juez y vicevicario judicial en el tribunal diocesano, vicario episcopal para la cuarta zona pastoral y vicario general.
Su colaboración y amistad se iniciaron en aquellos años. El Cardenal Vallini fue nombrado posteriormente Obispo de Albano, mientras que el obispo Iannone pasó a ser Obispo Auxiliar de Nápoles en 2001. En 2009, el obispo Iannone fue nombrado Obispo de Sora-Aquino-Pontecorvo y permaneció allí hasta 2012, cuando Benedicto XVI lo nombró vicegerente de Roma.
El Papa Francisco lo nombró secretario adjunto del Dicasterio para los Textos Legislativos en 2017 y lo hizo prefecto del mismo dicasterio en 2018.