Domingo afirmó que la comunidad de Holy Spirit ha estado muy agradecida por las mejoras de seguridad. En la solicitud de subvención, que Domingo compartió con el Register, la escuela señaló que se han registrado incidentes de vandalismo, robo y allanamiento de morada en la escuela, así como actividad de pandillas y protestas políticas en los alrededores.
Ahora se pueden encontrar puertas de acero reforzado en todas las aulas de la escuela; actualizaron los sistemas de timbre y megafonía y agregaron una docena adicional de cámaras de seguridad en todo el campus, así como un sistema de intercomunicación con cámara en la puerta principal, continuó Domingo.
Una de las principales mejoras ha sido la reconfiguración completa de la recepción de la escuela. Antes de la remodelación, los visitantes entraban por una de las dos puertas principales, pero luego podían ir a donde quisieran, ya que no se les canalizaba directamente a través de la recepción. La reconfiguración obliga a todos los visitantes a pasar por la recepción.
Además, el acceso a la escuela para profesores y personal es muy diferente a lo que era antes. Antes, cualquiera que tuviera el código de la puerta principal podía acceder al campus, lo cual, tras años de entregarse a quien lo necesitara, ya no era ningún secreto.
Ahora, las puertas de la escuela funcionan completamente mediante un sistema seguro de tarjeta llave, que se puede rastrear, bloquear y ajustar con precisión según las necesidades de acceso del titular. Por ejemplo, el sistema permite a la escuela dar acceso a los entrenadores al gimnasio en horarios específicos y a los catequistas a ciertas aulas en horarios específicos, lo que aumenta la flexibilidad y garantiza un acceso seguro a la escuela.
Solicitar la subvención implicó realizar un análisis de amenazas para la escuela, utilizando datos policiales para analizar las estadísticas de delincuencia en un radio de 5 kilómetros. Domingo comentó que intentaron investigar a fondo para asegurarse de que la subvención fuera adecuada para ellos y de no recibir fondos de otras escuelas más merecedoras.
Domingo comentó que, si bien el proceso de solicitud e implementación fue fluido, hubo algunos puntos inesperados que considerar para otras escuelas que deseaban solicitar la subvención. En primer lugar, dado que las subvenciones de seguridad para organizaciones sin fines de lucro en California son públicas, los proveedores de sistemas de seguridad se acercaron a la escuela después de que esta ganara la subvención, conscientes de que había dinero disponible. Domingo instó a todas las escuelas a realizar una investigación exhaustiva para asegurarse de elegir los mejores sistemas y proveedores para sus necesidades.
Además, las escuelas que soliciten la subvención deben ser conscientes de que serán responsables financieramente del mantenimiento y la conservación continua de los sistemas de seguridad que puedan obtener, incluso si se cubre el costo de la instalación. Señaló que el funcionamiento de la subvención es que la escuela debe pagar primero las actualizaciones y luego el estado le reembolsa el dinero, lo que significa que probablemente necesite suficiente capital para cubrir temporalmente los costos antes de recibir el reembolso.
“En realidad no recibimos el dinero hasta que lo gastamos”, dijo Domingo.
Incluso si una escuela completa el proceso de solicitud pero no obtiene la subvención estatal, señaló Domingo, es útil que evalúen sus necesidades de seguridad y tengan un plan establecido. Puede que no obtengan la gran subvención estatal, pero ¿qué pasa si un donante ofrece miles de dólares? Tener un plan de seguridad ya elaborado facilita su presentación al estado, a los benefactores y a los padres, añadió.
Kathleen Domingo instó a los responsables de las políticas a nivel federal y de otros estados a trabajar para ajustar los requisitos del NSGP para que las organizaciones católicas sin fines de lucro puedan acceder plenamente a los fondos de seguridad, especialmente considerando la reciente violencia escolar.
“Desafortunadamente, nosotros [el CCC] no tenemos mucha influencia en la Legislatura estatal, pero el Caucus Judío sí, y hemos sido amigos. Pudimos trabajar con ellos para ayudarlos a comprender qué nos impedía usar la subvención”, dijo Domingo.
“También les diría a otros estados que si tienen la voz suficiente en su legislatura estatal para impulsar un proyecto de ley como este o para que su Oficina de Servicios de Emergencia lo entienda, ¡genial! Pero si no, busquen otros colaboradores, otras organizaciones sin fines de lucro u organizaciones religiosas que puedan tener una voz más fuerte. Quizás juntos puedan formar una coalición y tener una voz fuerte y decir: ‘Esto es lo que necesitamos que se haga’".
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en el National Catholic Register.
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