Mons. Ramón Castro Castro, Obispo de Cuernavaca y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), hizo un llamado a la conversión de los miembros del crimen organizado: “Permitan que Dios los transforme y que el mal perpetrado al prójimo no eche a perder su vida ni su conciencia”.
Ante una multitud congregada en el municipio de Cuautla, en el estado mexicano de Morelos, con ocasión de la Marcha por la Paz el sábado 13 de septiembre, Mons. Castro Castro pidió a los criminales que “vuelvan a la comunidad de la que se han apartado (...) Encontrarán siempre en la Iglesia una madre con los brazos abiertos y un padre que hace fiesta. Vean a sus paisanos, vean a sus amigos que sufren”.
“Por eso los invitamos a deponer las armas y los invitamos a tener el amor por sus hermanos”, expresó el Obispo de Cuernavaca, en cuya jurisdicción se encuentra Cuautla.
“No dejen que las redes del mal los asfixien. Se puede vivir de otra manera. El dinero sucio que obtienen por la extorsión, la droga, el crimen, corrompe y genera muerte y tarde o temprano los esclavizan”, aseguró.