La Iglesia en Italia ha expresado su agradecimiento por la reciente canonización de dos jóvenes de su propia nación: Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, elevados a los altares por el Papa León XIV el 7 de septiembre.
Aunque Carlo Acutis nació en Londres en 1991, a los pocos meses su familia se trasladó a Milán, la ciudad que se convertiría en el hogar del nuevo santo. También en el norte de Italia, en Turín, nació y creció Pier Giorgio Frassati.
En nombre de la Iglesia Católica en Italia, la presidencia de la Conferencia Espiscopal Italiana expresó su gratitud y alegría por los dos nuevos santos, “modelos para los jóvenes de todo tiempo”.
En un mensaje difundido poco antes de la canonización, los prelados italianos destacaron que el testimonio de “estos hijos de la Iglesia en Italia” continúa dando frutos e inspirando a generaciones de jóvenes.
Para el presidente de la CEI, el Cardenal Matteo Zuppi, la santidad transforma el tiempo, “proyectándolo hacia esa dimensión que para nosotros es ya nuestro devenir, pero que pertenece al más allá que nos espera”.
Por último, expresaron que “su testimonio generará, sin duda, otras historias de santidad en el seguimiento del Señor, que continúa presente en nuestras vidas”.