En la Solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, los paraguayos celebraron el 15 de agosto a su patrona y conmemoraron el 488° aniversario de la fundación de la ciudad de Asunción, capital del país.
La imagen de la Virgen encabezó la procesión desde el puerto hasta la Catedral, donde el Cardenal Adalberto Martínez, Arzobispo de Asunción, presidió la Eucaristía.
La celebración contó con la presencia del Nuncio Apostólico en Paraguay, Mons. Vincenzo Turturro, y un gran número de obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas y religiosos.
En su homilía, el cardenal recordó que el Concilio Vaticano II afirma que “porque fue preservada libre de toda mancha de pecado original, María no podía permanecer como los demás seres humanos en el estado de muerte hasta el fin del mundo”.
“La ausencia del pecado original y la santidad perfecta, ya desde el primer instante de su existencia, exigían para la Madre de Dios la plena glorificación de su alma y de su cuerpo”, señaló.