El nuevo Custodio de Tierra Santa, Fray Francesco Ielpo, visitó algunos de los lugares más emblemáticos del cristianismo: el Cenáculo, la Basílica del Santo Sepulcro y la Basílica de la Natividad, marcando así el inicio de su servicio al frente de la misión franciscana en la región.
La presencia del nuevo custodio en cada uno de estos lugares representa “un momento significativo dentro de la tradición franciscana”, encargada de resguardar los lugares santos vinculados a la vida de Jesús, según explica la Custodia de Tierra Santa (CTS) en su sitio web.
“Cada etapa estuvo acompañada por una celebración y una intervención del custodio, centradas en el significado histórico y comunitario de estos lugares”, añade.
En el Cenáculo
En la mañana del 24 de julio, Fray Ielpo quiso resaltar la actualidad de la Última Cena y del misterio de Pentecostés, que tuvieron lugar en el Cenáculo.
“En el momento en que la Iglesia celebra, desaparecen las coordenadas espaciales y temporales, y nos volvemos contemporáneos del misterio que celebramos”, dijo el custodio.