Al cumplirse 48 años de la muerte de Mons. Ponce de León, cuyas causas continúan siendo investigadas, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Marcelo Daniel Colombo, evocó su figura y testimonio.
Mons. Carlos Horacio Ponce de León se desempeñaba como Obispo de San Nicolás (Argentina) cuando el 11 de julio de 1977, tras recibir continuas amenazas, murió en lo que en principio fue catalogado como un accidente automovilístico, cuando se dirigía a Buenos Aires para presentar documentación sobre personas desaparecidas y violaciones a los derechos humanos en su diócesis.
Sin embargo, el juicio por su muerte celebrado en 1978 fue anulado recientemente, por contener vicios de procedimiento que podrían interpretarse como maniobras de encubrimiento, y la investigación sigue en curso, ante la posibilidad de que se haya tratado de un homicidio motivado por la inclinación social del prelado.
En una entrevista radial, el Arzobispo de Mendoza y actual presidente del Episcopado, Mons. Marcelo Colombo, se refirió a una comisión especial creada en la ciudad de San Nicolás para profundizar sobre la vida de Mons. Ponce de León.
Al respecto, el prelado destacó que desde hace algunos años, cuando encabezaba el Episcopado Mons. Oscar Ojea, “se buscaba evocar la figura, el testimonio, conocer a fondo la historia, la trayectoria pastoral de Mons. Ponce de León, también para poner luz sobre un ministerio tan fecundo desarrollado como párroco en Buenos Aires, después como Obispo auxiliar en Salta, y más tarde como Obispo en San Nicolás”.
“Era una forma también de presentar a las nuevas generaciones de obispos y sacerdotes este modelo sacerdotal tan ligado a la aplicación del [Concilio] Vaticano II, a la renovación interior de la Iglesia”, señaló.