Akash Bashir era un joven católico pakistaní, guardia de seguridad voluntario que vigilaba la iglesia de San Juan en Youhanabad, en el estado de Lahore en Pakistán. Murió al impedir que un terrorista suicida detonara el chaleco bomba que portaba, dentro de la iglesia el pasado 15 de marzo de 2015.
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"Moriré, pero no vas a entrar en la iglesia", dijo el joven salesiano antes de que el chaleco bomba del terrorista explotara.