30 de marzo de 2015 / 01:26 AM
"Niños apátridas" que no tienen un lugar fijo donde vivir y tampoco derecho a la educación, familias que han sido separadas provocando que los menores se conviertan en adultos a temprana edad, es parte de la situación que se vive en Siria y que denunció el Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Silvano Tomasi, ante el Consejo de Derechos Humanos.
Son sólo algunas consecuencias del terrorismo del llamado Estado Islámico (ISIS) que el representante del Vaticano puso sobre la mesa.
En su intervención, el Arzobispo aportó datos de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Árabe de Siria que aseguran que desde la crisis, más de 10 millones de sirios han huido de sus hogares. "Esto es casi la mitad de la población del país, ahora privada de sus derechos elementales", aseguró.