El P. Alberto Reyes, sacerdote de la Arquidiócesis de Camagüey, denunció que en Cuba no hay libertad religiosa, pues la Oficina de Asuntos Religiosos controla la práctica de la fe y fiscaliza "cada movimiento de la Iglesia".
En un artículo publicado este miércoles en su cuenta de Facebook, el sacerdote recordó que la libertad religiosa "no se reduce a que los creyentes podamos reunirnos en nuestros templos a dar culto al Dios que nos congrega", sino que también contempla una serie de derechos que la Iglesia no puede ejercer en Cuba.
Uno de estos, indicó, es la libertad de expresión para sus miembros, pues la Oficina de Asuntos Religiosos del régimen comunista llama constantemente a los obispos y superiores de las congregaciones "cuando les molesta lo que dice o hace un sacerdote o religioso".