La guerra sigue en Siria. El gobierno de Bacher Al Asad controla el 80% del territorio y el resto se lo reparten entre los kurdos del norte y una amalgama de grupos opositores, entre los que hay varios grupos yihadistas y el Estado Islámico.
Sin embargo, hay zonas del país donde la comunidad cristiana, duramente golpeada en estos años de guerra, empieza a resurgir. La ciudad de Alepo, uno de los símbolos de los padecimientos de esta ciudad, acogerá el próximo 20 de julio la reapertura de su catedral maronita de San Elías, destruida durante la guerra.
La restauración de este emblemático templo ha sido posible gracias, entre otras organizaciones, de Ayuda a la Iglesia Necesitada, que ha sido la que ha proporcionado la mayor parte de la financiación con una donación de 400.000 euros.