10 de julio de 2020 / 09:09 PM
Los obispos de Estados Unidos emitieron una declaración en la que explican por qué se vieron obligados a solicitar préstamos del gobierno en medio de la pandemia del coronavirus que ha generado una grave crisis económica y que ha generado, entre otras cosas, que más de 100 escuelas católicas se hayan visto forzadas a cerrar.
"La Iglesia Católica es la proveedora no gubernamental más grande de servicios sociales en los Estados Unidos. Cada año, nuestras parroquias, escuelas y ministerios sirven a millones de personas necesitadas, sin importar su raza o religión", afirma el Arzobispo de Oklahoma City y jefe del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano del episcopado estadounidense, Mons. Paul S. Coakley, en una declaración dada a conocer este viernes.
La declaración responde a una nota de Associated Press (AP) en la que se afirma que "la Iglesia Católica Romana de los Estados Unidos utilizó una exención especial y sin precedentes de las normas federales para acumular al menos 1.400 millones de dólares en ayudas al coronavirus respaldadas por los contribuyentes, con muchos millones de dólares que van a las diócesis que han pagado enormes acuerdos o han buscado protección por bancarrota debido a los encubrimientos de abuso sexual del clero".