Durante la Misa matutina celebrada hoy en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco invitó a los fieles a pedir al Señor la gracia de salvarnos de la corrupción, porque el que es "un corrupto" cree que "no tiene necesidad de pedir perdón" a Dios.
"Pecadores sí, Señor, lo somos todos, ¡pero corruptos jamás!", expresó el Santo Padre, quien, como en otras ocasiones, aprovechó para llamar la atención sobre la tentación de caer en la corrupción.
Hoy, el Pontífice hizo esta reflexión partiendo de la historia bíblica de David y Betsabé, para advertir que el demonio induce a los corruptos a no sentir, a diferencia de otros pecadores, la necesidad del perdón de Dios.