Asimismo, los obispos polacos mostraron su unión a Ucrania debido a "una historia común y una santa fé cristiana". También llamaron a la oración por la paz "para evitar el sufrimiento y la muerte de miles de seres humanos inocentes, especialmente los más débiles e indefensos, que no tendrán la fuerza ni la oportunidad de escapar al estallido de la guerra".
"Toda guerra es una tragedia de la humanidad que rompe la vida de miles de personas, de ambos bandos, y de sus familias. Muchos de ellos, de ambos bandos, quedan mutilados, y muchos millones llevan heridas interiores difíciles de curar después", lamentó el Arzobispo.
Asimismo, en nombre de la Iglesia en Polonia, Mons. Gadecki señaló que "desde el punto de vista humano y desde el punto de vista del juicio divino, estos dos pueblos deberían tener mucho en común y luchar no por el odio, sino por el respeto mutuo y la amistad. Sin embargo, una condición indispensable es el respeto de los derechos de los pueblos, incluido el derecho a la autodeterminación y la integridad territorial".
También repitió las palabras del Santo Padre y aseguró que "toda guerra es una locura", y pidió que "el Señor convierta los corazones de los gobernantes del ansia de guerra y destrucción, convirtiéndolos en misericordia y paz".