El director de vocaciones de la diócesis de Rockville Centre en Nueva York (Estados Unidos), P. Joe Fitzgerald, fue un atleta que compitió en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, pero que hoy se dedica a guiar a aquellos que han sentido el llamado al sacerdocio.
En diálogo con el National Catholic Register, el P. Fitzgerald aseguró que participar en las olimpiadas le generó gran emoción, pero era imposible compararlo con el sacerdocio.
"Estoy muy feliz con la decisión que tomé. En mi partido final de balonmano marqué ocho goles y nunca miré atrás. Estoy totalmente en paz con haber dejado el deporte y buscar el sacerdocio. Hay algo en mi vocación que nunca podría haber logrado con el balonmano o en cualquier otro deporte", aseguró.