10 de junio de 2017 / 08:48 AM
Hace unos días, el Papa Francisco recibió a una delegación de la diócesis nigeriana de Ahiara para tratar algunos problemas y dio una serie de recomendaciones para solucionarlos.
En concreto, durante más de cuatro años los sacerdotes de esta diócesis, situada al sureste del país, se han negado a obedecer a su obispo, Peter Okpaleke, por razones étnicas, esto es, porque no pertenece a la etnia Mbaise.
La situación ha llegado al punto de que el Papa Francisco se ha visto obligado a amenazar con una suspensión ad divinis a aquellos sacerdotes que de aquí al 9 de julio no escriban una carta pidiendo perdón por su comportamiento.