11 de septiembre de 2015 / 11:06 AM
"Adorar, caminar y acompañar". Son las tres palabras sobre las que reflexionó el Papa Francisco –improvisando todo el discurso– al recibir en audiencia en el Vaticano a los participantes del Capítulo General de los Claretianos (Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de María) sobre el tema "Testimonios y mensajeros de la alegría del Evangelio".
Esta congregación religiosa fue fundada por el español San Antonio María Claret, quien, curiosamente siendo sacerdote, quiso hacerse jesuita y partir a las misiones. Finalmente una enfermedad no se lo permitió obligándolo a permanecer en España.
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