El Papa Francisco recordó esta mañana en el Vaticano a los cristianos perseguidos de Oriente Medio y los últimos ataques de palestinos a judíos en Israel y pidió poner fin a la violencia en toda la región porque "la guerra lleva a la destrucción y multiplica el sufrimiento de la población".
A primera hora de la mañana y antes de la apertura de los trabajos del Sínodo este viernes, el Pontífice invitó a los participantes a rezar por la reconciliación y la paz en Oriente Medio, al tiempo que dirigió un llamado a la comunidad internacional.
"Estamos dolorosamente afectados y seguimos con profunda preocupación lo que está sucediendo en Siria, Irak, Jerusalén y Cisjordania, donde asistimos a una escalada de la violencia que implica a civiles inocentes y continúa alimentando una crisis humanitaria de enormes proporciones".