Asimismo, expresó su "cariño y cercanía" a las familias, "en especial a sus adultos mayores, memoria viva de la Fe y el trabajo; a los esposos que cada día luchan por mantener su amor y el de los suyos; a los jóvenes y niños que están aprendiendo en medio de la pandemia que nos aflige a construir sus vidas con esfuerzo, esperanza y solidaridad".
A cada hombre y mujer, adulto y joven, a los hermanos migrantes, al sector industrial, del campo, servicios y comercio, minería, entre otros.
"Hermanos y hermanas, quiero llegar hasta ustedes como padre, pastor, hermano y amigo para que juntos podamos seguir caminando por el sendero de la Fe que tantos pastores y fieles han ido construyendo desde los inicios de la evangelización hasta ahora en esa hermosa zona y ya casi centenaria Diócesis".
"Mientras llego hasta ustedes, les aseguro mi oración diaria por sus intenciones y los animo a que juntos pidamos desde ahora para la Diócesis abundancia de vocaciones sacerdotales y religiosas y supliquemos también la lluvia como gran bendición para toda esa fértil tierra", expresó Mons. Guillermo Vera.