En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco invitó a hacer de la Iglesia una casa de acogida, una "familia hospital" en la que todos tienen cabida porque sus puertas están abiertas y por tanto no es una "secta exclusiva".
"Todos debemos ser conscientes de que la fe cristiana se juega en el campo abierto de la vida compartida con todos, la familia y la parroquia deben cumplir el milagro de una vida más comunitaria para toda la sociedad", pidió.
En esta ocasión, el Pontífice dedicó su Catequesis a la relación entre la familia y la comunidad cristiana. Una unión "natural" ya que "la Iglesia es una familia espiritual y la familia es una pequeña Iglesia", dijo.