La Misa matutina que celebró el Papa Francisco este jueves en la Residencia Santa Marta fue la última hasta el próximo 13 de abril, ya que el Santo Padre se ocupará estos días de las celebraciones propias de la Semana Santa.
En su homilía, volvió a recordar que un cristiano no puede estar triste puesto que la fe y la esperanza de encontrar a Jesús le da la alegría. Por eso aseguró que "la alegría de la fe, la alegría del Evangelio es la piedra angular de la fe de una persona. Sin alegría aquella persona no es un verdadero creyente" y esa alegría no la proporciona una "doctrina fría" basada sólo en leyes y preceptos.
Esta idea la pronunció al comentar las lecturas del día, en la que Dios promete a Abraham que será padre de una muchedumbre de pueblos. A pesar de que Abraham y su esposa Sara son ancianos, abre "el corazón a la esperanza" y se siente "lleno de consolación". Francisco recordó cómo Jesús les dice a los Doctores de la ley que Abraham "exultó de esperanza" y "se sintió lleno de alegría".