El Papa Francisco recordó esta mañana que la persecución “es el pan cotidiano de la Iglesia”, causada en muchos casos por leyes que aprueban las potencias mundiales y que quitan al hombre la libertad incluso de objeción de conciencia. Se trata de “la apostasía”, cuyo jefe es “el príncipe de este mundo”, subrayó el Pontífice.
En la homilía que pronunció durante la Misa que presidió en la capilla de la Casa Santa Marta, repasó algunas persecuciones que se narran en la Biblia: la de Esteban, el primer mártir, o la de los “pequeños mártires” asesinados por Herodes, a los que se unen muchos cristianos que son asesinados por su fe y otros que son perseguidos “educadamente” al manifestar que son “hijos de Dios”.
Francisco comentó la lectura de los Hechos de los Apóstoles del día en el que se describe el martirio de San Esteban.