"San Francisco nos ayudó a descubrir el vínculo profundo que hay entre la pobreza y el camino evangélico. Jesús afirma que no se puede servir a dos amos, a Dios y a las riquezas. ¿Es pauperismo? Jesús dice cuál es el 'protocolo' con base en el que seremos juzgados, es el que leemos en el capítulo 25 del Evangelio de Mateo: 'tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'", afirmó el Papa.
Asi, el Papa señaló que "cada vez que hacemos esto a un hermano, lo hacemos a Jesús. Cuidar a nuestro prójimo: a quien es pobre, a quien sufre en el cuerpo y en el espíritu, a quien está necesitado. Esta es la vara de medir. ¿Es pauperismo? No, es Evangelio".
"La pobreza aleja de la idolatría, del sentirse auto-suficientes. Zaqueo, después de haberse cruzado con la mirada misericordiosa de Jesús, dio la mitad de lo que tenía a los pobres. El del Evangelio es un mensaje que va dirigido a todos, el Evangelio no condena a los ricos, sino la idolatría de la riqueza, esa idolatría que nos hace insensibles al grito del pobre", indicó Francisco.
En ese sentido, Andrea Tornielli dijo que "sería interesante plantear una discusión dentro y fuera del mundo católico, confrontando ideas".