En la primera Audiencia General de este tiempo pascual, el Papa Francisco recordó que "Dios es más grande que nuestro pecado y su amor es un océano en el que sumergirnos". Por eso, pidió repetir a todos los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro que "¡Dios es más grande que nuestro pecado!
Por tanto, "quien caiga, que se levante. Si caes por debilidad en el pecado tiende tu mano y el Señor te tirará hacia arriba. ¡Ésta es la dignidad del perdón de Dios! Dios ha creado al hombre y la mujer para hacerles estar en pie, no en el pecado", dijo.
Francisco terminó hoy las catequesis sobre la misericordia en el Antiguo Testamento meditando sobre el salmo 51, conocido como "Miserere". "Se trata de una oración penitencial en el que la petición de perdón está precedida de la confesión de la culpa en la que el orante, dejándose purificar por el amor del Señor, se transforma en una nueva criatura, capaz de obedecer, de tener firmeza de espíritu y de alabanza sincera".