Este 24 de abril, segundo domingo de Pascua, el Papa Francisco presidió la Misa de la Divina Misericordia de forma pública en la Basílica de San Pedro, donde animó a "anteponer el recuerdo del abrazo y de las caricias de Dios al de nuestros errores y nuestras caídas" para alimentar la alegría.
Reflexionando acerca del pasaje de San Juan (Jn 20,19.21.26), que relata el momento en el que Jesús Resucitado se presenta ante los discípulos diciendo "La paz esté con ustedes", el Papa Francisco quiso señalar tres acciones de la Divina Misericordia.