Mons. Hernández indicó que "en estos momentos se nos hace muy difícil cuantificar los daños pues son innumerables, tanto en barrios vulnerables como en los centros urbanos".
"Junto al techo caído, el colchón dañado, la desaparición de depósitos de agua, etc., encontramos también el rostro apagado de ancianos solos, adultos desesperados y niños que no salen de su asombro por la dura experiencia que están viviendo", relató.
Por ello, el Obispo de Pinar del Río solicitó a "las Cáritas hermanas, personas naturales e instituciones tanto religiosas como civiles, para que en un gesto de hermandad y solidaridad, nos ayuden a socorrer a tantos necesitados que encontramos en medio de esta realidad".