La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Cracovia comenzó el pasado martes 26 con la dramática noticia del asesinato de un sacerdote francés a manos de dos yihadistas del ISIS. Desde entonces, el P. Jacques Hamel se ha convertido en un auténtico héroe, e incluso el Papa Francisco se ha referido a él.
Los más de 35.000 jóvenes franceses que participan estos días en la JMJ no quieren olvidarlo y por eso han organizado diferentes actividades y celebraciones en su memoria.
En la mañana del miércoles 27, cientos de estos jóvenes se reunieron en la iglesia de San Florián (en el centro de la ciudad), donde San Juan Pablo II trabajó durante dos años de su vida. Allí celebraron una Misa en recuerdo al sacerdote asesinado que contó con la presencia de varios obispos.