La Plaza de San Pedro se vio abarrotada este domingo por miles de fieles que asistieron al Ángelus del Papa Francisco en una mañana soleada en Roma.
"El látigo de Jesús con nosotros es su misericordia" porque "Jesús no da palos nunca", aseguró el Santo Padre, al referirse a la ternura de Dios y el perdón de los pecados.
Francisco comentó el Evangelio del día en el que Jesús expulsa a los mercaderes del templo. Este gesto lo denominó "profético", y recordó que muchos le preguntaron a Jesús quién era Él para hacer eso. Jesús contestó: "Destruid este templo y en tres días lo reconstruiré".