La Beata Sandra Sabatinni ha sido definida como una "santa de lo cotidiano". No hubo "grandes acontecimientos" que hayan rodeado su vida, a no ser que la grandeza se mida por el amor entregado. En una oración escrita en 1982, la beata escribió: "Señor, haz que cada acción mía esté determinada por el hecho de querer el bien de los jóvenes, cada minuto es una ocasión de amor que hay que aprovechar".
Su biógrafa, Laila Lucci, subrayó ese aspecto de la vida de la beata en su extensa obra intitulada "La santa de al lado"; lo extraordinario está en hacer de la propia vida algo lleno de sentido, porque a cada instante se puede amar y amar.
El 6 de marzo de 2018, el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoció las virtudes heroicas de Sandra Sabattini. El 24 octubre de 2021 se celebró la ceremonia de beatificación.
Ese día se realizó la procesión de una reliquia de la nueva beata, que fue llevada al altar por Stefano Vitali, expresidente de la comunidad de Rimini, curado milagrosamente por intercesión de la beata: un poco de cabello guardado por quien fuera su novio, Guido, colocado en una cajita de dulces que la propia Sandra alguna vez decoró.