El Papa Francisco recordó esta mañana a los cristianos perseguidos en Oriente Medio y pidió que "ninguno se desanime en este momento" al tiempo que lanzó un llamado a la comunidad internacional para que "sepa adoptar todas las estrategias validas al fin de lograr la paz".
Al recibir en el Vaticano a los miembros del Sínodo de la Iglesia Caldea, que se celebra del 24 al 29 de este mes de octubre, el Santo Padre habló de la dramática situación que se vive en Oriente Medio sobre todo por el terrorismo islamista y también les pidió a los prelados ser verdaderos pastores con los fieles a imagen del Buen Pastor.
Al comienzo del discurso mandó un afectuoso saludo "a todos los fieles y todos los habitantes de las amadas tierras de Siria e Irak, en un periodo particularmente de sufrimiento y delicado, con el consuelo y la solidaridad cristiana".