28 de agosto de 2016 / 05:47 AM
Antes del rezo del Ángelus, el Papa Francisco comentó el Evangelio del día y habló sobre la humildad y la hospitalidad, dos virtudes propias del cristiano que tienen como recompensa la Vida Eterna.
Francisco comentó el Evangelio, en el que se observa "a Jesús en la casa de uno de los jefes de los fariseos, donde se ve cómo los invitados al almuerzo se afanaban por elegir los primeros puestos".
Recordó entonces que Jesús pide ser el último pero "no intenta dar normas de comportamiento, sino una lección sobre el valor de la humildad".