El Santo Padre explicó que su decisión estuvo motivada por la necesidad de proveer "un acompañamiento más humano, más sacerdotal, espiritual y profesional" para aquellos que están "al servicio diplomático de la Santa Sede", ya sea que son la cabeza de la misión o incluso estudiantes de la Academia Eclesiástica, donde los jóvenes sacerdotes son entrenados para el servicio diplomático.
La carta dice que "la Oficina del Delegado para la Representación Pontificia se fortalece en una tercera sección, con el nombre de Sección para el Personal Diplomático de la Santa Sede". La oficina "dependerá de la Secretaría de Estado", recibirá "un apropiado número de funcionarios" y demostrará "la atención del Papa al personal diplomático".
La carta del Papa también dice que el delegado "será capaz de visitar regularmente a los representantes pontificios" y supervisará la "selección permanente" de personal, así como la "promoción profesional" para personal diplomático".
De acuerdo a una fuente dentro de la Secretaría de Estado, esta reforma es solo un paso adelante en la reorganización general del organismo del Vaticano.