El Papa Francisco confirmó que el Cardenal Matteo Zuppi, designado como enviado especial por la paz en Ucrania, viajará a Pekín, tras visitar Kiev, Moscú y Washington, según declaró en una entrevista publicada este viernes 4 de agosto en la revista española 'Vida Nueva', en una edición especial con motivo de los 65 años del semanario católico. 

Respecto a la mediación para lograr el regreso de los menores ucranianos deportados a Rusia, el Pontífice subrayó: "Estoy pensando en designar a un representante de forma permanente para que sirva de puente entre las autoridades rusas y ucranianas". 

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"El Cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, está trabajando a fondo como responsable de los diálogos. Ya fue a Kiev, donde se mantiene la idea de victoria sin optar por la mediación. También estuvo en Moscú, donde encontró una actitud que podríamos calificar como diplomática por parte de Rusia", declaró el Papa Francisco. 

"El avance más significativo que se ha logrado tiene que ver con el retorno de los niños ucranianos a su país. Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para conseguir que cada familiar que reclame la vuelta de sus hijos pueda lograrlo", añadió. 

Para ello, el Papa confirmó: "Estoy pensando en designar a un representante de forma permanente para que sirva de puente entre las autoridades rusas y ucranianas. Para mí, en medio del dolor de la guerra, es un gran paso. Después de la visita del Cardenal Zuppi a Washington, la próxima escala prevista es Pekín, porque ambos tienen también la llave para rebajar la tensión del conflicto. Todas estas iniciativas es lo que yo denomino 'una ofensiva de paz'". 

Asimismo, reveló que el Vaticano está preparando "un encuentro por la paz con los dirigentes religiosos en Abu Dabi", antes de que se celebre la Cumbre del Clima de Naciones Unidas en Dubai. "El Cardenal Pietro Parolin está coordinando esta iniciativa, que busca hacerse fuera del Vaticano, en un territorio neutral que invite al encuentro de todos".

El caso de Monseñor Álvarez en Nicaragua

¿Y en Nicaragua? ¿Qué más se puede hacer por el pueblo y por el obispo encarcelado, Rolando Álvarez? "Seguimos, estamos tratando de negociar", explicó el Pontífice, en la entrevista publicada el 4 de agosto, el mismo día en que se cumple un año desde que Monseñor Álvarez fue privado de su libertad gracias a la represión de la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua, donde ha sido condenado injustamente a 26 años y 4 meses de cárcel.

La JMJ

La publicación de la entrevista en 'Vida Nueva' coincide con la celebración en Lisboa de la Jornada Mundial de la Juventud. Por lo tanto, el Santo Padre expuso que "una pastoral ideológica de izquierdas o de derechas o de centro no sirve, está ya enferma desde el principio y hace daño a los jóvenes". Asimismo, añadió: "Tengo miedo a los grupos juveniles intelectuales, a esos que convocan a los jóvenes para reflexionar y luego los llenan de ideas raras". 

Por ello, enfatizó: "Con los jóvenes tenemos que utilizar el lenguaje de las manos, porque los jóvenes necesitan hacer, y el lenguaje de las piernas, que es caminar. Un apostolado juvenil aséptico de laboratorio no funciona". En este sentido, el Papa también subrayó que "necesitamos seminaristas normales, con sus problemas, que jueguen al fútbol, que no vayan a los barrios a dogmatizar". 

Viaje a Argentina

Por otro lado, preguntado por su agenda de futuros viajes, aún no confirmados oficialmente, el Obispo de Roma anotó: "Estamos trabajando en Kosovo, pero no está definido". Sobre Argentina, "puedo confirmar que está en programa, veremos si se puede hacer, una vez que pase el año electoral". Entretanto, descartó ir, por el momento, a España: "No voy a ir a ningún país grande de Europa hasta que no termine con los pequeños".

Soy una piedra en el zapato para más de uno

En cuanto a la responsabilidad de ser el 266º Sucesor de San Pedro, afirmó que los problemas "nunca me han quitado el sueño". Sin embargo, sí se muestra consciente que su denuncia de las desigualdades le ha generado problemas: "Soy una piedra en el zapato para más de uno. De cualquier imperio hablo mal, sea de la tendencia que sea". 

En la amplia entrevista, entre otros temas, el Pontífice no elude, por ejemplo, el argumento de los transexuales: "La primera vez que vino al Vaticano un grupo de transexuales y me vieron, salieron llorando, diciendo que les había dado la mano, un beso... Como si hubiera hecho algo excepcional con ellas. ¡Pero si son hijas de Dios!".