Un gran silencio reinó en la Plaza de San Pedro este miércoles después de que el Papa Francisco interrumpiera durante unos minutos la Audiencia General para atender una llamada telefónica.
Durante la última parte de la Audiencia General de este 17 de mayo, en los habituales saludos a los peregrinos de diferentes nacionalidades, el secretario acercó el teléfono móvil al Papa Francisco.
Fueron alrededor de 4 minutos los que el Pontífice estuvo al teléfono mientras los peregrinos y fieles que seguían la Audiencia desde sus casas se preguntaban por la razón de aquella interrupción.