Después de rezar el Ángelus del segundo domingo de Cuaresma, el Papa lamentó la situación de las víctimas de la guerra en Ucrania y exigió el cese del conflicto antes de que las ciudades "se conviertan en un cementerio".
Tras el rezo del Ángelus del segundo domingo de Cuaresma, el Papa Francisco expresó ante los fieles de la Plaza de San Pedro su profundo dolor por la situación que se está viviendo en Ucrania.
Al finalizar el rezo a la Virgen María, el Papa Francisco habló de Mariupol, la ciudad ucraniana conocida como "la ciudad de María", que se ha convertido en el lugar que más severamente está sufriendo los ataques de Rusia.