El Papa Francisco pidió esta mañana que la actividad empresarial y económica utilice una "ética que ponga en el centro a la persona y a la comunidad" y se respete la dignidad de los trabajadores, en especial de las mujeres, que tienen la vocación de ser madres.
Al recibir esta mañana en audiencia a la Unión Cristiana de Emprendedores Dirigentes (UCID) –una asociación privada de fieles regulada según el código de Derecho Canónico y cuya misión principal es desarrollar la Doctrina Social de la Iglesia en la actividad empresarial– el Pontífice manifestó que la empresa y la oficina pueden ser "lugares de santificación".
"La empresa es un bien de interés común" y "la economía y la empresa tienen necesidad de la ética para su correcto funcionamiento", pero "no de una ética cualquiera, sino de una ética que ponga en el centro a la persona y a la comunidad".