El 27 de noviembre el Obispo de Leiria-Fátima (Portugal), Mons. António Marto, presidió la Misa inaugural por el Año Jubilar del Centenario de las Apariciones de la Virgen de Fátima, donde afirmó que el mayor milagro no fue la "danza del sol" que ocurrió hace 99 años, sino las conversiones que ocurren allí a diario y que suelen pasar inadvertidas.
Esta celebración coincidió con el primer domingo de Adviento que, según indicó el Obispo de Leiria-Fátima en la homilía, "nos restituye ese horizonte de esperanza que no decepciona porque Dios es fiel" y que en Fátima "la Virgen María vino a traer y confirmar esta esperanza firme de paz".
Añadió que en este tiempo litúrgico hay que "cambiar de actitud y revestirse con las armas de la luz, como el rearme moral y espiritual de la conciencia de vivir la paz de Dios, la paz del corazón, la paz con los demás ".