Los cristianos tienen una misión en común: luchar por la unidad para que no haya entre ellos "espíritu de división, de guerra, de celos. Una unidad que no se consigue con "pegamento" sino con la "gracia de Dios".
El Papa Francisco habló de la búsqueda de la unidad en su homilía de la Misa matutina que presidió en la capilla de la Casa Santa Marta.
"La gran oración de Jesús" es que la Iglesia esté unida, que los cristianos "sean una sola cosa". Pero existe una "gran tentación": la "mentira" y la "división".