El Obispado Castrense de Colombia ha puesto en marcha el presbiterio móvil, un vehículo acondicionado como capilla que recorre los puestos policiales para llevar la Eucaristía a los efectivos que, por sus horarios, no pueden acercarse a una iglesia.
En una nota publicada en el sitio web del Episcopado colombiano, se explica que esta iniciativa "surge a partir de las condiciones especiales de vida de los policías, sus extenuantes jornadas laborales, los turnos y los horarios", que suelen limitar su asistencia a las iglesias para tener un espacio reservado con Dios.
Para ello, el presbiterio móvil se estaciona delante de un Comando de Atención Inmediata (CAI) o en un Departamento de Policía y, desde el vehículo, un sacerdote celebra la Eucaristía ante los efectivos y los fieles que deseen sumarse.