El Papa Francisco alertó sobre los peligros que corre una persona cuando le abre las puertas al demonio, una oportunidad que aprovecha para "anestesiar" la conciencia e irse apropiando poco a poco de ella.
En la homilía que pronunció en la Misa en la Casa de Santa Marta a primera hora de la mañana y antes de acudir a la Asamblea del Sínodo sobre la Familia, el Pontífice comentó el Evangelio del día en el que Jesús expulsa a un demonio y enumeró algunos peligros que conlleva escucharlo y dejarlo entrar.
El Santo Padre explicó que cuando el demonio ingresa en la consciencia de la persona se hace dueño de ella, "está escondido, viene con sus amigos muy educados, llama a la puerta, pide permiso, entra y convive con ese hombre, su vida cotidiana y, gota a gota, da las instrucciones".