4 de julio de 2015 / 08:46 AM
Sin San Juan Pablo II "mi camino espiritual y teológico no es siquiera imaginable", con estas palabras el Papa Emérito Benedicto XVI habló hoy en Roma de su predecesor, en el discurso de agradecimiento por el doctorado honoris causa por la Pontificia Universidad Juan Pablo II y la Academia de Música de Cracovia (Polonia), donde afirmó que la música sacra no puede desaparecer de la liturgia.
El encargado de conferirle la distinción fue el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Stanislaw Dziwisz, antiguo secretario personal de San Juan Pablo II y Gran Canciller de la Pontificia Universidad. La ceremonia se desarrolló en la localidad de Castel Gandolfo, a las afueras de Roma, donde se encuentra la residencia de verano de los Pontífices.
Benedicto XVI manifestó que este reconocimiento le une aún más a la patria de San Juan Pablo II, Polonia, y recuerda que "con su ejemplo vivo él nos ha mostrado como pueden ir de la mano la alegría de la gran música sagrada y la tarea de la participación común en la sagrada liturgia, la alegría solemne y la simplicidad de la humilde celebración de la fe". "sin él mi camino espiritual y teológico no es siquiera imaginable", expresó.