Detrás de la campaña "Déjala Decidir" se encuentran organismos no gubernamentales (ONGs) como Promsex y Católicas por el Derecho a Decidir, que junto a INPPARES recibieron más de 3 millones de dólares en los dos últimos años para promover el aborto en Perú de manos de la International Planned Parenthood Federation y su filial estadounidense, Planned Parenthood Federation of America, acusada de traficar con órganos de bebés abortados en sus instalaciones.
El Arzobispo de Piura calificó la expresión de la Primera Dama peruana como "lamentable", pues "en ningún momento se considera el derecho de un niño concebido, y tenemos que comprender siempre que en una violación no hay una víctima, sino que hay dos".
Mons. José Antonio Eguren subrayó que en una violación la víctima "no solamente es la mujer violada sino que es el niño concebido, y por lo tanto ese niño concebido –que ya es persona humana desde el momento de su concepción–, no importa la forma, la manera como haya sido concebido, si ya es persona humana tiene todo su derecho a vivir y a las dos víctimas en este caso hay que proteger".