Por ese entonces, la población de Roma se vio afectada por una epidemia y los jesuitas abrieron un hospital en el que ellos mismos se encargaban de cuidar a los enfermos.
Luis fue destacado allí como enfermero. Lamentablemente, sirviendo a los más débiles, a quienes amó con esmero, contrajo la enfermedad que los asolaba.
Con la mirada puesta en el crucifijo y repitiendo el nombre de Jesús, San Luis Gonzaga partió a la Casa del Padre la medianoche del Corpus Christi, el 21 de junio de 1591, a los 23 años de edad. Fue canonizado por el Papa Benedicto XIII en el año 1726.
Almudena Martínez-Bordiú
Soy graduada en Periodismo y Publicidad por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Especializada en información religiosa en España desde 2015. He sido corresponsal senior de ACI Prensa y EWTN Noticias en el Vaticano durante dos años y actualmente soy corresponsal de Europa con base en España.