El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, considera la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús como una "ocasión preciosa para vivir el amor de Cristo". Se trata de un amor "que no se cansa de mí incluso conociendo mis pecados", señala.
Mons. Fernández también expone en su carta semanal que el amor de Cristo se caracteriza porque "quiere convivir conmigo" y "nunca falla".
Es, además, "capaz de transformar mi corazón y hacerlo semejante al suyo", y es un amor "de misericordia, de perdón, de crecimiento" que "nos llena de esperanza".