De acuerdo a los
franciscanos de Padua, en su homilía el prelado se refirió a la inestable situación internacional ocasionada por la guerra en Ucrania y los conflictos en otras partes del mundo. En este sentido, recordó que San Antonio también vivió momentos complicados, pero supo ser sabio, mirando todo con los ojos de Dios y así llegó a ser "un hombre de paz".
"La violencia, el engaño, la murmuración, el doblez no son de Dios. La sinceridad, la transparencia, la preocupación por el prójimo son de Dios. En resumen, es de Dios quien tiene paz en su corazón", afirmó.